LA CAZA DEL OCTUBRE ROJO:
Nuevo despertar de un subgénero cinematográfico.
Por:
Sin duda
alguna, el éxito de La Caza del Octubre Rojo jugó una parte importante en
el desarrollo de otras películas posteriores de submarinos, tales como Marea Roja, U-571
y K-19: The Widowmaker. También fue
la primera película asociada con la Guerra Fría estrenada después de la caída
del Muro de Berlín. Para los productores de la industria cinematográfica,
especialmente la estadounidense, cada suceso importante en el mundo es una
buena presa en un campo de caza que llega casi desprevenida.
A veces, cuando un
suceso es inminente pero no por ello predecible en un tiempo que pueda
estimarse sin fallos, ya se han adelantado, si bien no es siempre con ese
suceso específico, sí lo es con un tema relacionado, asociado generalmente por los
asuntos políticos, sociales, culturales, religiosos e incluso científicos o
tecnológicos. En el caso del filme que hoy nos ocupa, se rodó meses antes y se
estrenó meses después de la caída del famoso muro que representaba la vigencia
de la Guerra Fría. Su argumento, por otra parte, teje, entreteje y desteje una
amenaza de confrontación que le robó la paz a los espectadores por 132 minutos.
Fue, asimismo, la primera entrega de una saga sobre las aventuras de Jack Ryan,
el brillante analista y agente de la inteligencia americana creado por Tom
Clancy, el autor de una serie de novelas que terminaron en la gran pantalla con
la adaptación de más un director.
La vida de Marko Ramius, un comandante
soviético, cambia por completo cuando una negligencia médica, encubierta por el
Gobierno del Partido Comunista de la Unión Soviética, le cuesta la vida a su
mujer. Apenado por la perdida, decide desertar y pone rumbo hacia los Estados
Unidos a bordo del submarino nuclear más poderoso del mundo: el “Octubre Rojo”.
Sin embargo, la flota de submarinos rusos decide perseguirle, algo que preocupa
a los líderes norteamericanos, ya que la intención de sus enemigos no está del
todo clara. Así, comienza un periodo de pánico donde la CIA no descarta la
posibilidad de que estalle una Tercera Guerra Mundial y quiere prevenir las
hostilidades a toda costa. Sólo el agente Jack Ryan cree que la misión de
Ramius no es tan apocalíptica como parece. Por ello, Ryan es el elegido para infiltrarse
en el “Octubre Rojo” y demostrar su teoría, antes de que los soviéticos le
encuentren.
Esta producción americana, basada en la nóvela homónima de Tom Clancy, está dirigida por John McTiernan (La jungla de cristal, Depredador o Nómadas). El reparto está compuesto por Sean Connery (Los intocables de Elliot Ness, Indiana Jones y la última cruzada, El nombre de la rosa o La roca), Alec Baldwin (Bitelchus, Blue Jasmine o No es tan fácil), además de la participación de actores como Sam Neill (Parque Jurásico) o Scott Gleen (El silencio de los corderos).
La Caza del Octubre Rojo se llevó un
Óscar en 1991 por los mejores efectos de sonido y fue nominada a otro premio de
la Academia por la Mejor Edición. La Academia
de Ciencia-ficción, Fantasía y Películas de terror le concedió una nominación
para el Saturn Award como "Mejor colección de DVD" por "The Jack
Ryan Special Edition DVD Collection". Por su parte, la Academia Británica
de las Artes Cinematográficas y de la Televisión la nominó a un BAFTA Film
Award al "Mejor Actor (Sean Connery)", "Mejor diseño de
producción" y a "Mejor sonido".
Los Premios de películas de la sociedad de música de transmisión y de televisión de 1991 le otorgó un BMI Film Music Award como “Mejor música de película de BMI" y los Editores de sonido de películas EUA le rindieron tributo ese mismo año con el Premio: Golden Reel Award a "Mejor edición de sonido". Para ser un clásico, ahora todo eso parece haber quedado corto, pero no sería la primera vez. Hay que destacar, sin embargo, los esfuerzos de McTiernan en otros aspectos que, sin ser advertidos desde el punto de vista técnico por el espectador, son notables y de resultados positivos.
Por ejemplo, la coloración de las escenas en cada submarino. Los realizadores de la película decidieron iluminar los submarinos de diferentes colores para ayudar al espectador a situarse en cada momento. Así, el Octubre Rojo recibía una iluminación azul, el verde se utilizaba para la clase Alfa “V.K Konjovalov” y el rojo para el Dallas. Otra estrategia de iluminación se hizo presente para rodar un filme en un submarino que jamás estuvo siquiera húmedo. Para dar la sensación de estar sumergido, los realizadores se apoyaron en luces azules, proyecciones posteriores y retoques digitales. Además, el submarino estaba colgado de doce cables que permitían mover, girar e inclinar el submarino cuando fuese necesario.
Sabemos que la traducción del filme al castellano en España tuvo fallas increíbles que no sólo desdibujaron el argumento, también equivocaron los términos navales haciendo que finalmente las órdenes fueran distintas, tanto de la película original como de la propia novela. Estos errores se repitieron en las sucesivas reproducciones del filme en otros formatos, por lo que los latinos fuimos afortunados de contar con una traducción diferente. Una mucho más correcta.
En cuanto a la magia histriónica, las hadas beneficiaron a Sean Connery y no dejaron brillo para Alec Baldwin. El eclipse fue total. Pero no quedan dudas sobre el valor cinematográfico de La Caza del Octubre Rojo. La crítica fue al principio muy ruda, y esto no evitó su éxito. Despertó el subgénero con tal vigor que aun hoy tiene vigencia.
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